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¿Qué aprendimos este 2020?

Por: FUNIDES | 15 diciembre, 2020

Antonio Martínez

Cada año nos desafía a superar varios retos, pero en 2020 sin lugar a duda el esfuerzo fue mayor, se presentaron tantas situaciones en Nicaragua y a nivel mundial, que con su recopilación se puede crear el guion para una película taquillera.

Mes a mes, los medios de comunicación y, principalmente, las redes sociales se inundaban de una avalancha de información relacionada con la pandemia del COVID-19, conflictos políticos, desastres naturales, entre otros temas.

La pandemia nos trasladó a una nueva normalidad, que demandaba implementar nuevas acciones, como trabajar y estudiar desde casa, para la que muchos no estábamos preparados. Para quienes debían salir a las calles para generar algún tipo de ingreso económico en sus hogares, debieron incorporar mayor protección en sus rutinas.

Puedo escribir unas dos mil palabras más de todo lo negativo que ocurrió este 2020; sin embargo, a pesar de lo caótico que ha sido, también nos dejó varias enseñas.

Desafiando momentos complicados

Una de las lecciones importantes es que nos volvió más empáticos con los demás y agradecidos por las oportunidades que tenemos. Trabajar o estudiar desde casa, tener conexión fija a internet y una computadora, son recursos a las que muchas personas no tienen acceso. Si nos vamos a las cifras, en Nicaragua solo existen 237,048 conexiones de internet fijas y 3,306,666 conexiones de internet móviles, según un reportaje del diario La Prensa, que lleva por nombre: “El Covid deja al descubierto que ampliar la banda de internet se volvió primera necesidad en Nicaragua”.

En esta pandemia aprovechamos al máximo las redes sociales, convirtiéndolas en la mejor herramienta para ofrecer o comprar productos. La tecnología nos mostró su capacidad para que nos adaptáramos a nuevas realidades de forma acelerada. Las reuniones que ya no podían ser en las oficinas, se trasladaron a videoconferencias, con los colaboradores desde sus casas.

Las aulas de clases estuvieron vacías, y en muchos colegios hubo inasistencia y deserción. Para quienes pudieron estudiar desde casa, tanto alumnos como maestros se vieron obligados a aprovechar todas las herramientas digitales.  

Nos volvimos más autodidactas, muchos de los que tenemos acceso a internet decidimos participar de algún taller virtual, o realizar un curso o tutorial, para reforzar nuestros conocimientos.

En 2020 a varios les tocó renovarse, porque perdieron su empleo debido a la pandemia, así que explotaron al máximo su creatividad y ganas de trabajar para crear algún emprendimiento. Y a los que ya tenían sus pequeños negocios, les tocó adaptarlos a una nueva realidad, para lograr subsistir.

Aprendimos a valorar más nuestra salud, y a reconocer lo importante que son los médicos, enfermeras y todo el personal que labora en los hospitales y centros de salud, y que están en la primera línea de lucha contra la pandemia.

Percibimos la necesidad de cuidar no solo nuestra salud física, también la mental, a poner una pausa en nuestra rutina y tratar de liberar las tensiones y emociones.

La resiliencia del nicaragüense

El panorama de los nicas es un poco más complejo, debido a las distintas situaciones sociales, políticas y económicas que se vienen presentando en el país desde hace más de dos años.

En 2020 además de enfrentar la pandemia del COVID-19, recibimos los embates de la naturaleza. Dos huracanes, ETA y Iota, golpearon nuestro territorio en menos de quince días, principalmente la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte (RACCN). El huracán ETA dejó dos muertes a su paso y el huracán Iota 21, según la nota de Confidencial, “Las vidas que Iota se llevó”; además un estimado de 742 millones de dólares en pérdidas materiales, esta última cifra brindada por el Ministro de Hacienda y Crédito Público, Iván Acosta.

Entre tanta tristeza la solidaridad germinó. Muchos nicaragüenses e instituciones no gubernamentales decidieron organizar recolectas para ayudar a las familias que habían perdido todo tras el paso de los huracanes. Esto demuestra que, a pesar de estar enfrentando situaciones difíciles, la mayoría de los nicaragüenses no somos indiferentes ante el dolor y buscamos la manera de ayudar.

El 2020 dejó una huella imborrable y una serie de aprendizajes que nos ayudarán a valorar más los pequeños detalles de la vida, como lograr ver la sonrisa de un ser querido y que esta no se oculte tras una mascarilla. Quedará en el recuerdo como un año complicado, pero nos deja la enseñanza de que tenemos la capacidad de adaptarnos ante cualquier situación.

Entramos al nuevo año llenos de esperanzas y con desafíos por superar, pero con un pensamiento distinto, más colectivo y menos individualista; con la experiencia de ayudarnos en los momentos difíciles, para sobrellevarlos de la mejor manera.

Referencias:

Dávila, M. (2020, 17 noviembre). El Covid deja al descubierto que ampliar la banda de internet se volvió primera necesidad en Nicaragua. La Prensa. https://www.laprensa.com.ni/2020/11/17/economia/2748378-el-covid-deja-al-descubierto-que-ampliar-la-banda-de-internet-se-volvio-primera-necesidad-en-nicaragua

Cruz, A. L. (2020, 24 noviembre). Régimen de Ortega calcula más de USD742 millones en pérdidas por huracanes Eta y Iota. Confidencial. https://confidencial.com.ni/regimen-de-ortega-calcula-mas-de-usd742-millones-en-perdidas-por-huracanes-eta-y-iota/


Las ideas contenidas en este blog son exclusivas de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de FUNIDES.

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